Ya ha llegado el momento.
Hace ya unos 8 meses, comenzó a desarrollarse una
idea que ha tenido como punto final lo que ahora os cuento.
Muchos de vosotros habéis ido siguiendo el
devenir de un bordado, cuadro que mostraba la imagen de la Virgen Inmaculada,
patrona de nuestro Colegio, que procesiona por las calles de nuestro barrio de
Los Remedios cada 8 de diciembre, acompañada de cientos de personas,
principalmente alumnos, actuales y antiguos, padres, profesores y por supuesto,
religiosos de la Congregación de los
Sagrados Corazones (Padres Blancos).
No hace mucho y aún permanece en el recuerdo de
todos, aquel día que llevada en andas traspasó el pórtico de la Catedral. Al día siguiente con
todo su esplendor volvió a su casa, mientras Sevilla la rezaba y en el río
Guadalquivir se reflejaba.
Siempre se ha intentado que procesione por las
calles lo más digna posible. Un grupo de
personas se encargan de ello, a la vez que una serie de Hermandades de nuestra
ciudad contribuyen en lo que se les precisa para que Nuestra Inmaculada sea la
más bonita del barrio de los Remedios y porque no decirlo para mi la más
hermosa que existe.
Pero el tiempo pasa y el deterioro hace mella en
algunos de sus enseres, principalmente en
los faldones del paso. Hace un año, tuve la oportunidad, a petición de la Vocalia Religiosa
de la ACPA del
Colegio, de tenerlos en casa para plancharlos y prepararlos para su posterior
montaje pocos días antes de la Procesión.
En esos días, observé su deterioro, roturas que
se cosieron pero que se sabía que en poco tiempo volverían a aparecer. Fue entonces,
ya pasadas las Fiestas de la
Inmaculada , cuando en una Junta de la ACPA , se hizo mención del hecho.
Y ahí, es donde aparece la idea del cuadro.
Nos ha tocado vivir una época triste, muchas
familias lo están pasando realmente mal, la crisis hace aparición
constantemente en nuestras vidas, cada día conocemos a un ser querido, un
amigo, un familiar que se ha quedado en paro, o su situación económica se ha
visto perjudicada.
Pedir dinero sin más a las familias para poder
hacer factible unos nuevos faldones hubiera sido impensable con las necesidades
que nos acucian en nuestros propios hogares, solo nos quedaba una solución,
pediros un mínimo de esfuerzo económico, con la posibilidad de que su imagen
pudiera quedarse en vuestra casa.
Han sido 8 meses de trabajo, más de 46.000 puntos, cien colores, y un
fondo de seda y plata, una sola aguja lo bordó. Ésta acompaña al cuadro fijada
en su reverso.
En él van muchas horas robadas al sueño,
pinchazos en las yemas de los dedos y mucho, mucho cariño en cada una de sus
puntadas.
Mi trabajo ha concluido, ahora sois todos
vosotros, padres, alumnos, profesores, y devotos de Maria Inmaculada, los que tenéis
que hacer posible esta bendita locura de mostrarla como dice su oración ¡Oh, Hermosísima
Virgen María ¡
Gracias por vuestro aliento y cariño. Nuria.